domingo, 25 de octubre de 2009

La paz del desamor

Como regresar de un viaje amorfinado. De un sueño sin voces borrosas y surrealismo envuelto.

Un extraño deseo en el interior que jamás será saciado mientras se piensa en él. Como el niño que busca la pieza del rompecabezas y cuando a fin se rinde, lo encuentra.

Una voz blanca en medio de tú y yo que grita insaciable que te deje de añorar. Una canción que viaja en ondas como aquellas en las que viaja mi amor.

Así, una paz, sin sentido, difícil de pronunciar, peor aún cuando se trata de identificar.

Unas de esas extrañas cosquillas que te enfadan y al mismo tiempo te liberan. Un ladrido desde lo más profundo de la felicidad.

La iluminación sublime como la de algún castillo ancestral, los destellos de tranquilidad con cientos de partículas de complicidad asomándose desde lo alto de la ventana.

Como el fuego del dragón, de decenas de colores bailando y abrazándose entre sí como si el mundo fuera a acabar mañana. Destellos de alguna genialidad escondida en laberintos de algún jardín con paredes de jazmín.

La pasión consumida como el incienso y el aroma aún restante del gusto que aún se tiene por el rostro.

Una cama de hojas cafés y crujientes con perfume a la miel y madera.

Una cabaña en medio del bosque, a un lado de un riachuelo. Las piedras resbalan y se acarician susurrando lentamente que no necesito de ese amor. No ese amor, sino la paz del desamor.

Imagina que me deseas

With a love like that, you know you should be glad…
The Beatles

Tan sólo dame razones válidas para no quererte y te juro, te dejaré de amar.

Los recuerdos pasan encandilando mi mente, impidiéndome ver el color completo de la realidad.

Y en el momento que estoy más presente, tú eres el único que me puede sacar.

Si hay algún defecto en mí, quizás sea que no te puedo olvidar. Si en ti hay algo que me puede ayudar, sin duda es comenzarme a amar.

Si he de pertenecer a otros labios, otros brazos, otros ojos, para que me puedas codiciar…

Imagina que soy ajena a ti,

Que mis labios besan otros labios,

Que mi cintura es rodeada por otros brazos,

Y que mis ojos contemplan otros ojos.

Imagina que me quieres abrazar,

Que cuando llegues tendrás unos labios ansiosos por besar.

Imagina que hay un corazón abierto a ti,

Y mucho más que una amiga viviendo en frente de ti.

Imagina todo eso y más.

Imagina,

Imagina,

Imagina…

Imagina que me deseas.

miércoles, 21 de octubre de 2009

“Intentando abrir una barra” o “La barra del mal”


Silencio total salvo la voz resonante del Doctor que producía eco en el micrófono. Largas pausas y el silencio total. Un silencio en el que a Angélica se le ocurrió abrir la barra envuelta en el material metálico, altamente sonoro al tacto.
El crujido del aluminio, o mezcla de aluminio y plástico, se destacaba entro los escasos ruidos del auditorio: En la primera fila, las autoridades se encontraban hablando; Más arriba había personas tecleando en el ordenador portátil. Pero ninguno era capaz de ahogar el ruido del hambre de Angie. Un hambre que le había incitado a abrir la barra del mal: La barra de la atención y el odio de la audiencia ansiosa por escuchar la conferencia del Doctor.
En ese momento, seguro que Angélica pensaba, e incluso me atrevería a decir que deseaba, que todas las imágenes del doctor como un peligroso terrorista saltaran al mundo real: hiciera explotar una bomba y así ella pudiera abrir sin cuidado, ¡descaradamente! Su barra y con ello saciar su hambre matutina.
Pero eso sólo pasaba en la mente de ella, Pedro y en la mía.
Momento de silencio… cambio de diapositiva. “Cachada con las manos en la envoltura”, un ruidajo y miradas molestas hacia la pequeña Angie.
Hablando de hambre y africanos, y Angie comiendo. Como una irónica escena más en esta vida.
El Doctor terminó sin bomba. Angélica terminó sin hambre. Y África aún no termina con su movimiento… ni su hambre.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Coming Soon!

















By Marce

Curriculum Letum?

Todo lo que has hecho, pasado. Lo que estás haciendo, presente. Y aquello que harás y SERÁS, futuro; está estrechamente ligado con un par de papeles. El Santo Grial de tu vida… tu Currículum Vitae.

¿Por qué se han dejado a un lado los valores morales orales para darle completo peso a una lista impresa de cosas buenas que hemos hecho a lo largo de nuestra vida, y mientras más larga sea ésta se suponen más habilidades en una persona? Como si fuese nuestra etiqueta de valor nutrimental que los encargados de recursos humanos deben leer antes de contratarnos para ver si somos saludables para la empresa, asegurándose de que tengamos todas las vitaminas y minerales que mantendrán de pie sus intereses económicos y sociales.

He notado en los últimos dos años que la gente lo ha sobreevaluado, y me atrevo a decir que pasa por una epidemia de llenar currículos con actos a favor de la sociedad y el medio ambiente, así como con dar conferencias, o asistir a ellas.

Y el trabajo de una persona, el sustento de su familia y, por lo tanto, su vida, depende ahora de qué tan saturado de tinta está ese gramo de fibra blanca de forma rectangular.

El currículum vitae son nuestras garras, cuernos y dientes con los que defenderemos nuestro lugar en el territorio del empleo. El currículum vitae se ha convertido en una aplicación de la teoría de la ley de la selección natural dentro de nuestro contexto de civilización y competencia laboral dentro de las grandes urbes.

Esta medida se ha creído necesaria debido a la enorme cantidad de personas que hay en el mundo (cuyo número sigue en continuo ascenso) y por supuesto, la decreciente fuente de empleos.

Tal es su reconocimiento que seguramente (si es que no se ha hecho ya) el ser humano tomará medidas de adaptación ante su entorno y no dudará en llenar esos espacios en blanco con hechos ficticios. ¡El Engaño! Método que se ha usado desde siempre por animales vertebrados en invertebrados, seres humanos, incluso ¡plantas! Y todo esto para preservar su especie dentro de la cadena evolutiva.

¿Qué medidas se han de tomar en el futuro para elegir a una persona entre mil para un puesto en esta jungla cada vez más espesa?

¿Pruebas de habilidades?

¿Exámenes psicométricos?

¿Elaboración de proyectos beta en un espacio ridículo de tiempo?

No lo podremos saber aún, pero sí podemos prepararnos para algo más allá de lo que una hoja de papel puede decir de nosotros: En valores y cultura general.