martes, 29 de junio de 2010

Añoranzas


Qué hermosos días aquellos cuando el asfalto de las calles era negro.

Qué hermosos esos días cuando el hambriento vecino robaba de la tienda un pedazo de pan.

Qué bello era antes, cuando de niños había que preocuparse por los bólidos que atravesaban las calles mientras jugábamos.

Qué precioso cuando no teníamos miedo. Cuando los balazos eran de celebración o de un lío de faldas.
-----------------------------------------------------------------------------------------------
Qué hermosos días aquellos cuando el asfalto de las calles no era rojo.

Qué hermosos esos días cuando el hambriento vecino no vendía su alma a los bandidos para tener algo de comer.

Qué bello era antes, cuando de niños no teníamos que preocuparnos por ser secuestrados por los hombres de la mafia.

Qué precioso cuando no tenía miedo. Cuando los balazos no alcanzaban nuestros cuerpos, nuestro futuro, nuestros anhelos.

Qué bonito, qué bonito era todo, cuando el mundo era feo, pero no cruel.

Marcela Cruz Félix